Desde la antigüedad el elemento del agua ha sido siempre simbolizada como fuente de juventud por sus poderes de renovación y catarsis asociados también a elementos divinos y religiosos. Así, hablar de agua y salud ha sido siempre algo firme en la historia de España; pero cuando se habla de la “Cultura del Agua y sus propiedades curativas”, nos referimos seguramente a la provincia de Granada.
Los numerosos Baños árabes, restos de termas romanas, fuentes, piscinas naturales, son la manera mejor de mostrar el fulgor que alcanzó.
Las elegantes prácticas higiénicas por cremas perfumadas y el significado espiritual atribuido al agua, fueron las raíces del desarrollo de “los Hamman” o “Baños Árabes” por todo el territorio. El edificio del baño tenía que cubrir una gran solidez para poder aguantar las enormes diferencias térmicas del interior y del exterior; por lo tanto el material usado en su construcción fue principalmente el cemento para los muros.
Estos edificios imponentes pero de escasa ventilación debían tener un mínimo de tres o cuatro salas correspondientes a un vestíbulo, “elapodyterium romano y el “al-bayt al-maslaj” árabe”, en el que se descansaba y se dejaba la ropa; a continuación una primera nave de refresco, llamada “al-bayt al-barid”, en la que se recibían los paños para el cuerpo..
Desde ésta se llegabaen la habitación central, “el romano trepidarium”, de ambiente templado, con la estufa de vapor. La última sala, “el caldarium romano”, de aguas calientes y bajo la que se encontraban los calentadores. Durante el itinerario se hacían baños de vapor a diferentes temperaturas.. acabando con otros servicios como los masajes, la peluquería.