Este refrán significa que todo el mundo tiene un momento importante en su vida, una recompensa, un éxito, un logro, un reconocimiento, etc. Aunque en algunas ocasiones también se utiliza con cierta ironía con la intención de indicar que cuando alguien hace algo mal, la vida se lo devolverá.
A cada santo le llega su día
Otros Proverbios
Tener la sartén por el mango
Dar la vuelta a la tortilla
No hay mala cocinera con tomates a la vera
Lo que agosto madura, septiembre lo asegura