Desde que Ryanair anunciara a principios del año pasado su decisión de retirar cuatro de las seis rutas del aeropuerto de Granada, la recuperación de vuelos internacionales se convirtió en uno de los principales objetivos de la Diputación Provincial de Granada. Las negociaciones abiertas con distintas aerolíneas de bajo coste dieron lugar primero a la conexión Granada-París de Vueling, de la que tomó el testigo Transavia, también con un vuelo directo a la capital francesa.
Pero la cosa no quedó ahí y ayer a las 19:00 horas se dio un nuevo paso en el proceso de recuperación del apellido ‘internacional’ del Federico García Lorca. El presidente de la Diputación, Antonio Martínez Caler, volvió a sentarse ayer con los directivos de Ryanair para retomar las negociaciones y procurar al aeropuerto de Granada un nuevo vuelo internacional.
El encuentro entre la Diputación y la aerolínea irlandesa, que anunció ayer Martínez Caler durante el primer acto de presentación del organismo provincial en Fitur, abre así un nuevo periodo de negociaciones que, si todo sale según lo previsto, podría cerrarse con la recuperación de nuevos vuelos internacionales para el próximo verano. Tras la reunión, el vicepresidente del Patronato de Turismo, José López Gallardo, confirmó que las dos partes implicadas se sentaron a la mesa con grandes expectativas y que el encuentro, que duró algo más de una hora, se produjo en un ambiente «agradable y grato». López Gallardo adelantó que los responsables de Ryanair se mostraron muy interesados en retomar la relación con Granada y se comprometieron con la Diputación -único interlocutor en las negociaciones- a hacerles llegar sus propuestas muy pronto. El objetivo sería «que en verano pudieran abrirse nuevas rutas». Pese a que por la mañana el presidente de la Diputación expresó su interés por recuperar los vuelos a Londres o Roma, todavía no hay nada cerrado sobre los posibles destinos, que tendrán que ser barajados por la aerolínea. «Ellos nos harán varias propuestas y nosotros veremos qué podemos asumir», explicó López Gallardo.
Porque, después de que en 2005 la Diputación, junto a otras administraciones como el Ayuntamiento de Granada -que luego se retiró argumentando lo innecesario del acuerdo económico-, suscribiese un acuerdo económico con la compañía por el que luego le han llovido las críticas «por todos lados», el organismo provincial ha tomado nota. «Normalmente el conjunto empresarial, de ciudadanos y las administraciones procuramos que la instalación de empresas tenga incentivos», recordó Caler, que aseguró no comprender «cómo es posible que se haya criticado tanto que hayamos hecho todo lo posible por dar un paso tan importante para el desarrollo turístico». Así que a partir de ahora la Diputación irá sola en la pugna por los vuelos internacionales. «Es la única manera. Si llegamos a algún acuerdo lo haremos nosotros solos en base a nuestras posibilidades económicas y a nuestro presupuesto». Pese a todo, el presidente de la Diputación animó a todas las administraciones e instituciones granadinas a «que tengan iniciativas para que el aeropuerto no se pierda».
Respecto a la fórmula del posible acuerdo con Ryanair, Martínez Caler avanzó que, aunque en principio no está previsto un convenio basado en ayudas económicas directas como el que se firmó en 2005, habrá que esperar a que las negociaciones progresen para concretar el modelo de colaboración. «Primero vamos a escuchar a la compañía. No digo nada que no se sepa al afirmar que Ryanair es una empresa que mira el céntimo».
En opinión de la Diputación -y de buena parte de los empresarios del sector turístico- cualquier esfuerzo es poco si con él se consigue el progreso de la provincia de Granada. Antonio Martínez Caler aseguró ayer que la importancia de la recuperación de los vuelos internacionales no sólo tiene que ver con el incremento de las visitas y de las pernoctaciones hoteleras, sino también con el progreso de la inversión y de las infraestructuras granadinas. «El desarrollo del aeropuerto no se traduce solo en pasajeros, sino también en más inversión», matizó el presidente de la Diputación, que recordó que la llegada de los vuelos baratos en 2005 obligó al Gobierno a adelantar el Plan Director del aeropuerto de 2015 a 2010.
Y, evidentemente, la influencia de los vuelos low cost en la evolución del sector turístico es vital. La pérdida de vuelos baratos entre 2009 y 2010 ha supuesto para Granada, según la información facilitada por el presidente de la Diputación, una caída media del 10% de la llegada de turistas que de no haberse producido habría permitido a la provincia saldar 2010, el año de la recuperación del sector, con resultados mucho más positivos. «Vamos a hacer todo lo posible porque merece la pena», concluyó el presidente de la Diputación.