Jesús lo dijo así:
Y dijo: En verdad os digo, que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra.
Lucas 4:24
Esta expresión, de incontestable contenido religioso, quiere subrayar que es muy difícil predicar en el propio ámbito de pertenencia, sea éste el pueblo de origen, el lugar de trabajo o la familia. A veces por el exceso de confianza o por pura envidia, aquellos que se destacan o brindan buenos ejemplos o consejos entre los suyos, no tienen la suerte de ser escuchados.