El dicho «A donde fueres, haz lo que vieres» se utiliza cuando una persona se mueve a un lugar nuevo y se le recomienda adaptarse a las costumbres y tradiciones de dicho lugar.
El lugar puede ser un país, una ciudad o incluso una familia, y el visitante o invitado tiene que respetar sus costumbres, no solo por educación y respeto, sino también para integrarse más rápidamente.
De hecho, quien respeta hábitos, leyes y costumbres, facilita su integración en una comunidad o sociedad.
Este refrán fue pronunciado por primera vez en el siglo IV por Ambrosio de Milán, uno de los padres de la actual Iglesia católica, pero con un significado diferente.
Al utilizar esta expresión, Ambrosio de Milán quería decir a los fieles que tenían que seguir los mandatos de la Iglesia Romana en lugar del Arrianismo, que negaba la divinidad de Cristo.
Por lo tanto se trataba de una advertencia que a lo largo del tiempo perdió su sentido religioso, convirtiéndose en un refrán para viajeros y visitantes.
Además, hay muchas variantes de este proverbio, dependiendo de las diferentes zonas de España: «Cuando fueres a Roma, vive como Roma”, “Allí donde fueres, haz como vieres”; “Dondequiera que fueres, haz lo que vieres”.
También hace falta mencionar el refrán «En cada tierra, su uso», que tiene exactamente el mismo significado.
Finalmente, lo que también destaca en este refrán es el uso del futuro de subjuntivo (“fueres” y “vieres”).