Acabar una cosa mal, en pelea o riñas entre varios participantes.
Su origen proviene del Lenguaje de la Religión como tantas otras Comparaciones. En concreto, alude a la procesión de la Cofradía del Rosario, que recorre las calles cantándolo al asomar la aurora. Y efectivamente había conflictos, si tenemos en cuenta que a la hora de salir el rosario solían andar las rondas de jóvenes pendencieros por las calles, y que hasta no hace mucho eran frecuentes en España las confrontaciones por motivos políticos o religiosos.