A falta de pan buenas son las tortas es un refrán que se usa cuando nos tenemos que conformar con algo de menos valor al no poder alcanzar nuestro objetivo más ambicioso.
En la antigüedad en las panaderías cuando estas no tenían pan. Los clientes al acercarse a comprar pan, le ofrecían tortas, hechas sin levaduras, por lo que los individuos se debían de conformar en llevar tortas y no el producto que anhelaba y ambicionaban.
La enseñanza que deja este refrán, es que en ocasiones el ser humano debe de aceptar lo que consigue en caso de no encontrar lo que se desea realmente.