«Cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar» es un refrán que enseña que cuando ves que algo acontece a tu alrededor, lo mismo te puede pasar a ti, así que debes estar preparado o tratar de evitarlo.
Proviene del bajo latín, concretamente de una expresión que ya existía hace miles de años. “Barbam propinqui radere, heus, cum videris, prabe lavandos barbula prudens pilos».
El origen de esta expresión es bastante simple. Los barberos acostumbraban a remojar la barba del cliente con agua caliente para facilitar el afeitado. Entonces, mientras el barbero estaba cortando la barba a otro cliente, él preparaba la barba del siguiente cliente remojándola con agua caliente para cuando terminara con el primer cliente. Entonces, cuando vemos afeitar la barba del vecino, sabemos que los siguientes vamos a ser nosotros por lo que nos preparamos para cuando nos toque el turno.