En primer lugar, se pelan las gambas y se prepara un caldo con las cabezas, las cáscaras y el agua. Esto se utilizará para la preparación de la salsa.
Una vez pelados, cortar las gambas y los calamares en trozos pequeños. Salpimentar, añadir el pan rallado previamente remojado en leche, el ajo y el perejil picados, el huevo batido y el pan rallado. Tenga cuidado de no pasarse con el pan rallado porque se corre el riesgo de que las albóndigas queden duras y secas.
Amasar muy bien y tomar porciones para hacer albóndigas y pasarlas por harina.
Poner al fuego una sartén con aceite de oliva. Freír las albóndigas, colocarlas en un plato sobre papel absorbente y reservar.
Poner al fuego una olla o cacerola con un poco del aceite utilizado para freír las albóndigas. Añade la cebolla finamente picada. Cuando la cebolla esté tierna y dorada, añadir un poco de pimienta negra molida, el vino blanco, un poco de sal, un poco de colorante alimentario y un vaso de agua.
Dejamos que la salsa reduzca un poco. Después añadimos las albóndigas. Luego tapamos la sartén. A fuego moderado en unos 25-30 minutos las albóndigas y la salsa estarán listas. Entonces apagamos el fuego y ya están listas para comer y disfrutar.