Las «patatas a lo pobre» son un plato típico de la cocina granadina. Es una receta sencilla, rápida y elaborada con productos pobres. Se acompañan de diversos productos cárnicos como embutidos, un huevo frito (roto o frito) o pequeñas tiras de jamón. A veces se mezclan con verduras. Se pueden utilizar como guarnición de cualquier plato de carne o pescado.
PREPARACIÓN
Las patatas a lo pobre tienen un aspecto similar a las patatas asadas. La diferencia es que estas últimas se cocinan en el horno y las primeras en una sartén. En ambos casos, el objetivo es obtener una patata blanda y no una patata frita y crujiente.
Para preparar esta guarnición, se pelan las patatas y se cortan en rodajas de unos 3 mm de grosor, se cortan los pimientos en trozos medianos y se corta la cebolla en juliana fina. Poner abundante aceite en una sartén y añadir todos los ingredientes, empezando por el aceite frío. De esta forma se fríe todo muy lentamente.
Al cabo de unos quince minutos a fuego lento, la sartén empezará a moverse y se verán las primeras burbujas; en ese momento podemos sazonar y aumentar el fuego para dorar ligeramente las patatas, tras comprobar que empiezan a estar blandas después de haberlas confitado. Tras otros cinco o diez minutos a fuego medio, las patatas están listas.
Para que se doren un poco más, retira el aceite de freír y deja que se tuesten un minuto en la sartén. Ten cuidado de no romperlas lo más posible. Una vez cocidas las patatas, escúrralas bien en un colador para eliminar el exceso de aceite. A la hora de servirlas, se suelen espolvorear con perejil picado y algunos recomiendan añadir unas gotas de vinagre de vino blanco.