«A camino largo, paso corto» es un refrán español que recomienda paciencia en las tareas que nos planteamos a largo plazo, haciéndolas por partes, sin apresurarnos en lo que no admite prisa y con el cuidado que precisan.
En general recuerda que todas las labores y negocios necesitan su tiempo y que como dice el proverbio: la prisa no es buena consejera.
En sentido literal el consejo de caminar lentamente cuando se emprende un viaje largo a pie es muy recomendable con el fin de no agotar las fuerzas antes de lo necesario.