El refrán «En tierra de ciegos el tuerto es rey» se refiere a las personas que sobresalen ante los demás, es decir, aquellas personas que no poseen grandes talentos pero son menos mediocres que otros. En resumen se refiere a lo que parece bueno entre lo malo.
Por ejemplo si en un grupo todas las personas no tienen dinero, quien lo tenga será el más reconocido por el simple hecho de tener al menos algo. Por eso, en sentido literal del refrán, donde todos son ciegos el que es tuerto es rey, pues al menos tiene la dicha de ver con un ojo, en comparación con los otros que no ven nada.
En un contexto signado por la chatura de las personas, el rey es alguien que en su mediocridad por alguna razón se encuentra en una posición superior dentro de un grupo de personas con capacidades aún más inferiores.