- En primer lugar corta el calabacín en rodajas y ponlas en la bandeja del horno con unas hojas de espinaca y hornea hasta que se sequen.
- Por otro lado, cocina vuelta y vuelta la pechuga y ponle encima el queso, hasta que se deshaga.
- Después, fríe los huevos de codorniz en una sartén con aceite y añade un pellizco de sal.
- Por último, corta el tomate por la mitad y restriégalo en las rebanadas de pan. Echa un chorrito de aceite de oliva y sal.
- Encima del pan, dispón una capa de espinacas, un trozo de pollo con queso, un huevo y tres rodajas de calabacín.
Servir este plato caliente para que el queso permanezca tierno durante toda la comida.